Lecciones de Vida IV: No dejes morir tus sueños

Hoy en la reunión de ChilePrimero Ñuñoa un señor -cuyo nombre no recuerdo ahora- dijo "Ustedes son jóvenes, es obvio que van a ser más utópicos pero la realidad es otra".

¿Me dio rabia? No,
¿Quizás molestia? No,
¿Pena? ¡Exacto!

Me di cuenta de una realidad que ya conocía pero no quería asumir: Los adultos luego de varias caidas dejan de soñar y asumen que no pueden influir en la realidad. Es cosa de pararse un momento y ver como cosas que fueron alguna vez pero que ya dejaron de ser (para los jóvenes es más fácil ver esto) siguen siendo para los Adultos pero los Jóvenes asumimos rápidamente que dejaron de ser y seguimos adelante. Go on, Go on...

Tal vez -y sólo tal vez- esto demuestra la capacidad de los jóvenes de la actualidad, que gracias a los avances tecnológicos y debido a la época en la que vivimos, podemos "adaptarnos" rápidamente a los cambios, a las novedades, a las nuevas cosas, y somos "más abiertos" en la forma de relacionarnos y apreciar las distintas situaciones que nos presenta la vida.

Quizás el tiempo diga que estamos equivocados, que aunque soñemos con cambiar el mundo no podremos hacerlo, quizás aparezcan muchas piedras en nuestro camino y nos hagan desertar, quizás no. Quizás los sueños solo son eso y no son nada más pero no creo.
Los jóvenes tenemos el poder de cambiar nuestro mundo "uno a uno al azar y con cosas pequeñas"(Evan Allmighty, 2007), tenemos las ganas y tenemos las ideas, sólo hay que hacer las cosas bien.
Somos capaces de mover montañas solo hay que ser organizados, andar atentos, aprovechar las oportunidades, y salir a jugar porque en cualquier momento llega la muerte y Game Over.

Hay que luchar por los sueños, tomarlos como a un timón y guiarlos hasta la siguiente isla, y luego tomar otro sueño y guiarlo a su destino y así sucesivamente: Soñar es gratis pero hay que navegar varios dias, meses o años para llevarlos a destino.